Walter Oyarce Domínguez,
hincha blanquiazul, fue lanzado desde el palco C-128 por presuntos barristas de
Universitario, causándole la muerte
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Las imágenes captadas han servido para reconocer a los
implicados en el homicidio de Oyarce
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Por: Giancarlos Torres
Lo que se vivía en el
estadio Monumental al acabar el partido era indescriptible. Universitario de
Deportes vencía agónicamente a Alianza Lima en los minutos de descuento y la
fanaticada merengue lo disfrutaba al máximo, a sabiendas que los play offs se
encuentran casi inalcanzables. Sin embargo, tan solo minutos después, la fiesta
se convirtió en tragedia cuando 8 desadaptados, disfrazados de hinchas cremas,
irrumpieron en los palcos de Sur, atacando a los fanáticos rivales sin piedad.
Fue en el palco C-128 donde
se encontraba el fallecido Walter Oyarce Dominguez. Testigos afirman dos
versiones. La primera indica que trató de defender su banderola. La segunda,
que trataba de defender a su primo de los agresores y estos se ensañaron con
él. Lo cierto es que Oyárce fue lanzado desde una altura de 10 metros al
pavimento de la tribuna sur, causándole la muerte camino al hospital, por severos
traumatismos. Él junto a un grupo de amigos habían alquilado dicho palco para
presenciar al equipo de sus amores, lo que sería el último acompañamiento que
le brindaba a los íntimos.
Los presuntos autores de
este acto homicida están siendo identificados por la Policía. Se habla de
Giancarlo Maysa, alias Ratón; Marco Antonio Chimoya Asenjo, alias “chiclayano”;
y David Sánchez Manrique Pancorbo, alias “loco David”. Según el programa de
televisión Día D, este último habría fugado del país hacia Estados Unidos,
gracias a las influencias de su padre, quien sería un empresario.
La muerte del joven
estudiante no puede quedar impune. El cierre del estadio Monumental fue
inminente y ya el alcalde de Ate ha ordenado su cierre, sin embargo, desde aquí
sabemos que esa no es la solución. Esto pasa por un problema generalizado de
inseguridad. Los palcos en dicho escenario deportivo nunca brindaron las
seguridades necesarias. El sábado tan solo 20 agentes resguardaban dicha zona
privada.
Por lo pronto, solo queda
esperar a que las investigaciones avancen con celeridad y que los responsables
sean interpelados por la justicia con la más rigurosas de las penas.
Fuente: El Comercio
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