El mundo es redondo, como un balón que rueda y en cada
movimiento dicta la suerte de un país. El mundo es redondo y ahora gira a
nuestro ritmo, hemos encontrado el truco de la felicidad. Mientras contamos los
días, horas y minutos para el debut oficial en nuestro regreso a los mundiales,
esta selección que nos ha hecho creer en lo imposible sigue tumbando mitos,
estadísticas y gana fieles.
Ganarle a Escocia no era un trámite. No es Haití –rival de
Argentina– ni Islas Feroe. No era para ganar confianza, era un sparring para
probar la fuerza. Nuevamente ganamos por nocaut para poner en un marco esta
época dorada. Porque este Perú de Ricardo Gareca se ha convertido en la
selección que mejor racha invicta tiene en la historia. 13 partidos sin perder,
18 meses de ser invencibles. No pudo Uruguay, tampoco Argentina ni
Colombia. Nadie nos regaló nada, menos
la clasificación. Este es el alto Perú.
No son frías estadísticas, es una tendencia al alza. Y la
blanquirroja sabe superar problemas. Fue un primer tiempo complicado. Escocia,
que vino con un equipo en pleno recambio generacional, decidió defenderse y
poner una pared azul. Marca escalonada que complicó a la ‘Bicolor’ que pasaba
de la paciencia a la desesperación sin escalas. Jugadores con buen biotipo, el
típico juego friccionado europeo, como puede ser Dinamarca –aunque ellos tengan
más talento– e incluso Australia.
Aunque sea el primer amistoso previo al Mundial, el examen
sirvió para probar algunas variantes, como ese cambio posicional de Edison
Flores a la primera línea de volantes para mandar a Christian Cueva a la banda.
Renato Tapia también se metía entre los centrales para dar una salida clara y
una apuesta constante era aprovechar la precisión de Yoshimar Yotún. Mismos
hombres, nuevos movimientos.
Fuente: Perú 21
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