A un año de La Salida, la marcha del 12 de febrero convocada
por la oposición venezolana que llevó a las calles a miles de ciudadanos en
protesta por la inflación, escasez de productos y la inseguridad, el panorama
en Venezuela no parece haber mejorado. Todo lo contrario, se dibuja un futuro
gris en el horizonte.
Si bien la marcha del 12 de febrero del 2014 marcó un hito
en las protestas contra el chavismo, el descontento ciudadano venía siendo
arrastrado desde mucho antes. Así, lo del denominado 12F se prolongó durante
cuatro meses, con un balance de 43 muertos y miles de detenidos, entre ellos el
líder opositor Leopoldo López, que continúa en la cárcel.
Ya antes, durante el 2013, por ejemplo, se habían registrado
4.410 protestas en todo el país. Esas manifestaciones giraban en torno a tres
problemas principales: escasez, delincuencia y crisis económica o inflación. A
estos problemas se le sumaba el descontento de casi el 75% de venezolanos, que
calificaban al nuevo Gobierno de Nicolás Maduro como corrupto, según un sondeo
difundido por Transparency International.
Para enero del 2014, y con los problemas agravándose cada
día más, las protestas continuaron. Primero el 5 de enero en la ciudad de San
Cristóbal y luego el 4 de febrero, tras el intento de violación a una
estudiante de la Universidad de Los Andes en Táchira. Este hecho es considerado
como el motivo que terminó por encender las violentas y prolongadas protestas.
Ocho días después de este último suceso la oposición salió a
las calles junto a miles de estudiantes y ciudadanos para exigir una mejora en
el país.
FUENTE: EL COMERCIO
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