Abogado y empresario señalados como
integrantes de la organización criminal necesitaban
a alguien que apure la confirmación de una sentencia a un falsificador
internacional de dólares.
Los vínculos del fiscal supremo y ex fiscal de la Nación
Pedro Gonzalo Chávarry con la red “Los Cuellos Blancos del Puerto” pueden ser
más antiguos de lo que se conoce. También podrían ir más allá de sus contactos
con el exmagistrado César Hinostroza Pariachi y los miembros del desactivado
Consejo Nacional de la Magistratura, a fines del 2017.
Fuentes judiciales indicaron a La República que, en el proceso
de verificación, en el despacho de las fiscales Rocío Sánchez y Sandra Castro
han encontrado, en la interceptación que se realizó al detenido abogado César
Salinas Bedón, ocho audios en los que se menciona a Chávarry y la necesidad de
hablar con él para agilizar un proceso judicial.
Falsificación de billetes
Este diario ha tenido acceso a ese material y publica la
parte pertinente de cinco audios. Se trata de diálogos entre el abogado Salinas
Bedón, el empresario farandulero Víctor Angobaldo y los familiares del
condenado Hans Christian Anderson Revolledo.
Salinas está hoy en prisión. Se le atribuye ser uno de los
abogados que coordinaban los pagos a jueces y fiscales del Callao. Angobaldo es
un empresario farandulero, medio dirigente deportivo y otro tanto político. Por
los audios, Angobaldo actuaría como un intermediario entre procesados y
abogados.
Hans Christian Anderson es integrante de una mafia internacional
de falsificación de dólares. Fue detenido el 14 de octubre del 2014 cuando se
disponía a enviar al extranjero 836 mil dólares falsos, acondicionados en
maletas y mochilas, con destino a Nueva York.
Para octubre del 2017, Anderson y sus cómplices eran
condenados a cinco años de prisión por fraude monetario, falsificación de
moneda y asociación ilícita, y sus familiares deseaban que el fallo sea
confirmado rápidamente.
En 60 días
En los audios no aparece el motivo. Es de suponer que para
poder acogerse a beneficios y salir libres. Ahí entrarían en escena Salinas y
Angobaldo.
De acuerdo con los audios, ambos les ofrecen a los
familiares de Anderson sacar la apelación en 60 días. Normalmente, una
apelación puede demorar medio año o más.
La primera conversación sobre este tema data del 26 de
octubre del 2017. Salinas le comunica a Angobaldo que ya tiene cita con el
fiscal supremo que verá el caso y que la apelación ha llegado a la sala del
juez supremo César Hinostroza.
“¡Qué bueno!”, responde Angobaldo al saber que Hinostroza
decidirá. “Queda acelerar en la fiscalía suprema para que devuelva rápido el
expediente”, replica Salinas.
“Dile (al fiscal) que lo saque para el lunes”, señala
Angobaldo. Salinas se muestra incrédulo y sonríe. “Huevón, esa es nuestra
casa”, replica Víctor Angobaldo.
El dictamen del fiscal supremo es necesario para que la sala
programe la audiencia de apelación y decida. La primera reunión en la fiscalía
no parece tener resultado. En el audio del 31 de octubre del 2017, Salinas le
indica al empresario que la fiscalía está cerrada, por lo que Angobaldo le pide
hablar en persona.
FUENTE: La República
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