En
un partido táctico y con pocos riesgos, Liverpool pegó el batacazo en Alemania
y eliminó al Bayern Múnich al derrotarlo por 3 a 1. Los tres atacantes del
equipo inglés, Firmino, Salah y Mané, tuvieron bastante movilidad en el frente
ofensivo, mostrándose siempre como opción de pase a los volantes que sufrían la
presión de los de Múnich.
Tras
un rechazo de Van Dijk, con su velocidad acostumbrada Mané le ganó la posición
al zaguero alemán, quedando mano a mano con el portero Never y eludiéndolo con
un par de amagues. Después de sacárselo de encima, el delantero senegalés Mané
pinchó el balón con la pierna menos hábil y marcó el primero a los '26 del
primer tiempo. El Bayern reaccionó rápido y tomó rápidamente el control del
partido. El Liverpool era claramente superado y perdía el balón con facilidad.
Así, a los '39, Gnabry desborda a Robertson y pasa el balón hacia la posición
de Lewandowski, que se encontraba solo. El zaguero Matip llega a interceptar,
pero la manda adentro de su propio arco a los '39.
Ya
en el segundo tiempo, a pesar de que el Bayern necesitaba un gol más para
clasificar, Liverpool administraba la pelota en campo alemán, teniendo
recuperando el control de las acciones. A los '69, el gigante defensa del
Liverpool, Virgil Van Dijk anotó de potente cabezaso tras un córner.
A
los '84, con gran sutileza, Salah le cedió un centro de tres dedos a Mané, que
se lanzó de palomita y anotó el 3 a 1 de la sentencia. Sin dudas, un partido
bastante pensado por Jurgen Klopp, que no salió a proponer alocadamente, sino
que tomó precauciones y supo pegar en los momentos justos. Con esta
clasificación a cuartos de final, el Liverpool se mete entre los 8 mejores de
Europa y va por una nueva Champions.
Fuente: Diario Correo
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