La fuerza de la naturaleza sigue castigando a diferentes
regiones de nuestro país. Las lluvias torrenciales, los desbordes de ríos y la
caída de huaicos en la zona sur registrados en los últimos días han dejado un
panorama de desolación y más de 4 mil familias damnificadas. Sin embargo,
mientras el Ejecutivo realiza sus mayores esfuerzos para superar la emergencia,
los desbordes de ríos no perdonaron. Ayer arreciaron contra las localidades más
alejadas de la sierra, terminando por afectar más de 1000 viviendas,
restringiendo 90 vías e interrumpiendo seis importantes carreteras en todo el
territorio nacional.
NORTE Y CENTRO
La crecida del río El Alamor, en la región Piura, provocó
ayer un desborde que afectó al centro poblado del mismo nombre y dejó varias
calles, la plataforma deportiva, la capilla principal y decenas de viviendas,
inundadas. El hecho perjudicó a más de 300 habitantes que viven en la parte
baja de la localidad El Alamor, en el distrito de Lancones, en Sullana. Las
familias afectadas están a la espera de ser reubicadas y puestas a buen
recaudo.
Ante ello, el alcalde del centro poblado, Carlos Gálvez,
solicitó al Gobierno Regional de Piura el apoyo urgente para lograr la
habilitación de terrenos donde serán trasladados los damnificados. Gálvez
indicó que para acelerar los trabajos se requiere tractores oruga,
retroexcavadoras y volquetes para habilitar las zonas ubicadas en la parte alta
del centro poblado, pues la maquinaria con la que se cuenta está inoperativa.
En la región La Libertad, el Gobierno declaró ayer en estado
de emergencia a los distritos de Taurija y Urpay, en la provincia liberteña de
Pataz, por un plazo de 60 días, debido al “peligro inminente por el probable
desembalse del río Rupaq”, a causa de las intensas lluvias. La medida se dictó
después del deslizamiento de tierra y lodo que sepultó a cuatro personas en el
sector de Suchimán, el pasado 1 de febrero.
En la región Áncash, un hombre se salvó de ser arrastrado
por un huaico tras la activación de una quebrada por las intensas lluvias que
caen en el distrito de Quillo, en la provincia de Yungay. Se trata del
comerciante Junior Frank Ascencio Cancha, quien se dirigía desde Quillo hacia
el centro poblado de San Roque a bordo de su automóvil cuando, a la altura del
caserío de Cuntip, un deslizamiento de piedras lo sorprendió.
Fuente: El correo
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