Empresa
estatal informó que los lugares donde más se producen estas sustracciones son
Lima Cercado, La Victoria, Comas, Breña y el Callao. El objetivo, dijeron, es
para venderlas en los mercados informales sin importarles el daño que puedan
causar a la integridad física de los peatones ni los daños de los vehículos.
El
jefe de Operación y Mantenimiento de Redes de Sedapal, Polo Agüero, informó que
el año pasado hurtaron más de 2600 tapas de desagües, de los 250 mil que tienen
en Lima y Callao, en los 13 mil kilómetros de redes de alcantarillado que
administra esa empresa.
"A
diferencia de las tapas de otros servicios que están en la vía pública,
sustraer una de buzón de desagüe constituye una verdadera trampa mortal por el
ancho de la tubería y el alto flujo que circula", explicó.
Otro de los riesgos que genera el hurto de esos implementos
es que, al quedar expuestos los buzones, pueden convertirse en botaderos de
basura y generar atoros en la red de alcantarillado, así como posteriores
aniegos que afectan a la población.
Fuente: CORREO
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