Si estos daños ocurren con la victoria, difícil imaginar lo que ocurriría en la derrota. A propósito del encuentro de Chile contra España en la copa mundial Brasil 2014, que terminó con la victoria de los sureños, cientos de hinchas salieron a las calles; donde vehículos particulares y públicos pagaron las consecuencias de la histeria colectiva.
El ejemplo más radical de esto son las 527 unidades del Transantiago, sistema de transporte de buses rápidos de la capital chilena (equivalente al Metropolitano de Lima), los cuales resultaron con diversos daños, sobre todo cristales rotos.
Estas unidades representan el 8% de toda la flota, lo cual, como indica Guillermo Muñoz, director de Transporte Público Metropolitano; "perjudica al usuario". Para lamentar aún más, esto no es todo, pues un total de 41 conductores del Transantiago fueron agredidos por los hinchas.
Las empresas que conforman el Transantiago demandarán a quienes encuentren responsables por estos actos de violencia. Por su parte, las autoridades llevarán a cabo un plan de contingencia el lunes 23, cuando Chile y Holanda se enfrenten.
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