Tras la emisión de un video que confirmó una agresión verbal contra una mujer policía en la noche del domingo la precandidatura de Pablo Secada a la Alcaldía de Lima se mantenía firme, esta ser terminó por derrumbar. Primero salió, el presidente del Partido Popular Cristiano (PPC), Raúl Castro Stagnaro, a bajarle el dedo y luego, en casa de Lourdes Flores Nano, le quitaron su respaldo el llamado sector de los ‘reformistas’.
La renuncia de Secada marca un nuevo punto de partida para el PPC, que en diez días definirá su participación en las elecciones municipales de octubre. Y ya Alberto Beingolea, vocero pepecista en el Congreso, ha advertido que habrá fuertes intercambios de opiniones, que no nos extrañemos de eso, agregó, porque es un ejemplo de democracia.
Lo real es que en las filas socialcristianas barajan hasta siete nombres para elegir al candidato al sillón municipal, entre ellos los que tienen más fuerza son el alcalde de Pueblo Libre, Rafael Santos, y el regidor metropolitano Alberto Valenzuela.
Fuente: El Comercio
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