La crisis obliga a las monarquías europeas a ajustarse el cinturón

Este año se han cambiado 14 colchones y 25 edredones y la reina Isabel II ha hecho 700.000 llamadas por teléfono y recibido 400.000

Reina Isabel II de Inglaterra deberá adquirir yate de su bolsillo

Por: Katherine Morón

Criticadas por sus gastos en medio de los duros planes de austeridad, las familias reales de España, Gran Bretaña, Bélgica y Holanda reducen sus presupuestos y usan dinero de su propio bolsillo para viajar o mantener sus residencias.

Con sus palacios, fincas y gustos frecuentemente ostentosos, los reyes y sus parientes han enfrentado críticas en momentos en que los gobiernos aprueban severas medidas de austeridad que golpean a los ciudadanos de a pie,  mientras crecen los movimientos de protesta de los “indignados”.

“Esto muestra que en países con problemas financieros graves, ni siquiera las monarquías pueden escapar a la presión”, señaló el profesor Herman Matthijs, quien enseña Finanzas Públicas en la Universidad belga de Ghent.

Príncipes Guillermo y Máxima de Holanda venden
cuestionada mansión en Mozambique

En una inusual declaración sobre sus finanzas, el rey Alberto dijo que quiere congelar los 10,8 millones de euros (13,8 millones de dólares) que recibe del Estado. Tiene la intención de utilizar un ajuste salarial automático por inflación para este año de cerca de 3% –casi 350.000 euros, o 446.000 dólares– para ayudar a pagar parte de los costos de mantenimiento de sus propiedades, que normalmente son cubiertos por el gobierno.

En España, donde la crisis es especialmente feroz, el Parlamento asignó el año pasado al palacio real un presupuesto anual de 8,4 millones de euros (11 millones de dólares). Ello representó un recorte de aproximadamente 5% en general, y los empleados del palacio, incluido el rey, sufrieron un recorte salarial de hasta 15%.

En Gran Bretaña, las cuentas oficiales mostraron que los contribuyentes británicos gastaron 32,1 millones de libras esterlinas (49,5 millones de dólares) para mantener en 2011 a la monarquía, 5,3% menos que el año anterior. Gran parte del ahorro ocurrió en el recorte a los gastos de mantenimiento de las residencias reales, de 15,4 a 11,9 millones de libras (de 23,8 a 18,4 millones de dólares).

La monarquía británica es la más transparente a la hora de mostrar sus cuentas. Más de 150 páginas en Internet están a disposición de los británicos para conocer hasta el dinero que gasta la reina en peluquería, señaló el diario español El Mundo.  Así se sabe, por ejemplo, que en el palacio de Buckingham este año se han cambiado 14 colchones y 25 edredones, que la reina Isabel II ha hecho 700.000 llamadas por teléfono y recibido 400.000.

Rey Alberto II de Bélgica aceptó emplear
parte de su salario para el mantenimiento
de sus propiedades

También en Holanda, el presupuesto para la reina Beatriz, el príncipe  heredero Guillermo Alejandro y su esposa, la princesa Máxima, fue recortado el año pasado en 422.000 euros a 39,2 millones de euros (49,9 millones de dólares), según el sitio web de la Casa Real.

La mayor parte de los ahorros fue en recortes a los gastos de viajes privados. Además, la reina puso 163.000 euros (207.466 dólares) de su propio bolsillo para el mantenimiento de su yate.

Por otro lado la reina Isabel II en Inglaterra mientras la crisis abunda, las pretensiones no cesan y es que ahora la compra de un nuevo yate para a celebración de sus 50 años de reinado , sería el regalo apropiado, y más aún cuando este sería  pagado con fondos de los contribuyentes.

Así mismo, el tuviera un nuevo yate para su Jubileo de Diamante fue detenida rápidamente por el primer ministro David Cameron.  Quien afirma que el valor del nuevo yate podría costar unos 60 millones de libras esterlinas (92 millones de dólares).

Esto no sería apropiado para gastar fondos públicos en un yate nuevo en un clima económico adverso, pero sin embargo el gobierno apoyará las iniciativas privadas para darle a la reina un nuevo barco.

Una vez más la crisis afecta la economía de toda Europa pero las cabezas principales no asumen la intensidad de este problema.

Fuentes:  Diario Clarín.