
Los
fiscales del Equipo Especial “Lava Jato” del Perú realizaron ayer en Brasil dos
de los siete interrogatorios programados para esta semana a exdirectivos de la
empresa Odebrecht, en medio de altas expectativas por parte de la clase
política y la sociedad civil.
Marcos
de Queiroz Grillo, exoperador de la División de Operaciones Estructuradas de
Odebrecht, conocida también como Caja 2, área encargada del pago de sobornos,
fue el primero en dar su declaración -por cerca de tres horas- en la sede de la
Procuraduría Federal de Brasil, en la ciudad de Curitiba.
Su
testimonio abonaría a la tesis de la Fiscalía sobre la existencia de un
contrato “simulado” para el pago de $100 mil por una conferencia dictada por el
expresidente Alan García para la Federación de Industrias del Estado de Sao
Paulo (FIESP) el 25 de mayo del 2012.
El
empresario brasileño declaró ante el fiscal José Domingo Pérez y fue consultado
acerca del dinero entregado al líder aprista, que, según el Ministro Público,
responde a una suerte de “devolución” de los favores otorgados a la
constructora en el marco de la ejecución de la Línea 1 del Metro de Lima.
Esta
información fue respaldada por el procurador ad hoc para el caso Odebrecht,
Jorge Ramírez, al término del interrogatorio. El abogado del Estado manifestó
que “es evidente que se trata de un contrato simulado, realizado posteriormente
(a la conferencia)”.
“Lo
que va a estar en cuestión ahora es la procedencia de la ilicitud del dinero.
No puedo dar más detalles en particular”, sostuvo. Acto seguido, Ramírez dijo
que las declaraciones del exoperador “abonan a la tesis del fiscal”, mediante
la cual “se quiere legitimar la prestación de servicios”.
Otras
fuentes señalaron que Grillo también habría manifestado que fue el exdirectivo
de Odebrecht en el Perú, Jorge Barata, quien le pidió que se estructurara la
operación del contrato ficticio de García a fin de que este simulara “ser
formal y que el dinero no proviniera de las arcas de la constructora”.
Indicaron
que Odebrecht “no podía figurar en el pago”, por lo que este se habría hecho a
través del estudio Spinola, cuyo dueño, José Américo Vierna Spinola, también
debía presentarse ante las autoridades peruanas. Sin embargo, su ausencia se
debió a un problema de salud. Su declaración fue reprogramada para el 11 de
marzo en Brasil, un día antes del interrogatorio previsto para Jorge Barata.
Fuente: Diario Correo
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