Desde el Ejecutivo, ayer se apuntó a la
“intransigencia” como el factor decisivo para el fin de las negociaciones.
“Por intransigencia de algunos dirigentes se frustró
un buen acuerdo que hubiera significado que los maestros regresen a las aulas y
que los niños vuelvan a clases”, argumentó el presidente del Consejo de
Ministros, Fernando Zavala.
El acuerdo al que hizo referencia Zavala contemplaba
aumentos salariales, presupuestales y mejoras de otra índole. Dichas medidas
serán implementadas por el Ministerio de Educación (ver infografía), a pesar de
no haberse sellado el acuerdo con los docentes.
Lo que no contemplarán es una flexibilización en las
evaluaciones de desempeño, como pretendían los huelguistas. Este fue el motivo
que desencadenó el rompimiento del diálogo, según la mayoría de involucrados en
las conversaciones.
“Este sistema de evaluaciones, que parece que está al
centro de la huelga, es algo que no se puede eliminar”, indicó el presidente de
la República, Pedro Pablo Kuczynski.
—El rol fujimorista— El Parlamento, en tanto, se
enfrascó en el debate sobre una supuesta interferencia de Fuerza Popular en el
proceso de diálogo con los docentes y su influencia en el desenlace negativo.
Fuente:
El Comercio
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