Aunque
usted no lo crea, en el penal de Lurigancho los presos, y no los guardias,
tienen las llaves de las celdas, que en muchos se han convertido en suite de
primera clase, gracias a la corrupción y pasividad de las autoridades.
El
reportaje de un medio conocido demuestra que los presos gozan de gollerías
inimaginables, pese a las constantes requisas. Las 'celdas doradas' son de
propiedad de los internos que tienen gran poder económico. Además, en las áreas
comunes hay televisores de última generación y billares.
En
el reportaje se muestra que los reclusos Pablo César Barrantes Loja y Renato
Maldonado tienen acceso a internet a través de un smartphone. Incluso, publican
en Facebook imágenes de celebraciones familiares o consumiendo alcohol o drogas
dentro del penal. Esto originó que el coronel PNP Tomas Garay sea removido del
cargo de director del penal de Lurigancho.
Justamente,
Garay, horas antes de ser separado de su puesto, informó que hay 9.453 internos
para un penal que solo puede albergar 1.500. En días de visita se reciben a 7
mil personas más. Solo hay 40 policías para controlar a tal cantidad de
personas.
Fuente: El Comercio
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